El PSOE de Granadilla convierte el Ayuntamiento en su patio de recreo tras perder el poder

El PSOE de Granadilla de Abona ha experimentado en los últimos años una transformación significativa, pasando de ser un partido con vocación de gobierno y diálogo a adoptar una postura cada vez más radical y sectaria. Este cambio ha quedado evidenciado en la forma en que ha gestionado el municipio, en su estrategia política y en su reacción ante la reciente moción de censura que lo desalojó de la alcaldía.

El viraje radical del PSOE en Granadilla

Desde su llegada al poder en 2023, el PSOE local, encabezado por Jennifer Miranda, ha implementado una gestión marcada por la confrontación y la falta de consenso con la oposición. Lejos de buscar acuerdos con otros grupos municipales, ha optado por una actitud excluyente, despreciando cualquier voz discordante y polarizando el debate político en el municipio.

Uno de los aspectos más preocupantes de esta radicalización ha sido el uso de la administración local como un instrumento de marketing político al servicio del partido. Todos los hemos visto en las publicaciones del Ayuntamiento de Granadilla en estas dos últimas semanas, dónde la actividad del mismo ha sido frenética. En lugar de gobernar para todos los granadilleros, el PSOE ha priorizado sus propios intereses políticos, favoreciendo a sus afines y premiando a los perfiles más radicales.

Una moción de censura marcada por el sectarismo del PSOE

Hoy, 26 de marzo de 2025, se ha celebrado la moción de censura que ha puesto fin al mandato de Jennifer Miranda. Con los votos de Coalición Canaria (CC), el Partido Popular (PP) y Vox, José Domingo Regalado ha sido elegido nuevamente alcalde de Granadilla.

Sin embargo, el comportamiento del PSOE durante el pleno ha sido una muestra más de su radicalización y falta de respeto institucional. Carmen Rodríguez de Vera, presidenta de la Mesa de Edad, ni siquiera entregó el bastón de mando al nuevo alcalde, en un gesto de desprecio hacia el resultado democrático de la votación.

Pero lo más bochornoso fue la actitud de los concejales socialistas durante la sesión. En lugar de esperar a que José Domingo Regalado diera sus primeras palabras como nuevo alcalde, el PSOE y todos sus concejales en pleno se pusieron a saludar a otras autoridades socialistas presentes, algunas de las cuales, como miembros del Parlamento de Canarias, deberían haber estado en otras funciones oficiales en ese momento.

El comportamiento de los socialistas convirtió el pleno en un auténtico patio de recreo. Se pusieron a hablar entre ellos en mitad de la sesión, interrumpiendo el acto y mostrando una falta total de respeto por la institución y por los ciudadanos de Granadilla. Finalmente, sin siquiera esperar a que el nuevo alcalde se dirigiera al pleno, abandonaron la sala en bloque, dejando claro que su actitud es la del desprecio absoluto a la democracia cuando los resultados no les favorecen.

Conclusión: el PSOE de Granadilla sigue el camino de la confrontación

Lo ocurrido hoy en el Ayuntamiento de Granadilla no es un hecho aislado, sino la confirmación de que el PSOE local ha decidido abandonar cualquier atisbo de moderación y respeto institucional para convertirse en un partido radicalizado y sectario.

En lugar de asumir la moción de censura con dignidad y trabajar desde la oposición con una actitud constructiva, han optado por el desprecio, la confrontación y la pataleta. Un camino que, a largo plazo, puede acabar pasándoles factura electoral si los ciudadanos de Granadilla perciben que el PSOE no está dispuesto a respetar ni las reglas del juego democrático ni la propia institución municipal.